Ni siquiera la reciente imputación por un delito de prevaricación del   
Director General, Javier Madrid, por parte de la magistrada del Juzgado 
  nº 20 de Instrucción de Sevilla, atendiendo a la denuncia de la propia
   Fiscalía y de la Asociación de Agentes de Medio Ambiente de Andalucía
   por anteriores autorizaciones, ha sido impedimento para que en 2014 
se   vuelva a las andadas con la caza ilegal de pajaritos a partir del  
 próximo 7 de septiembre y hasta el 15 de noviembre. 
Ecologistas en Acción también recurrirá en alzada ante la consejera  
de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio la Resolución del   
Director General del Medio Natural, Javier Madrid, que ha autorizado la 
 captura de más de 122.000 aves en las próximas 9 semanas.
Ni siquiera la reciente imputación por un delito de prevaricación del
  Director General, Javier Madrid, por parte de la magistrada del 
Juzgado  nº 20 de Instrucción de Sevilla, atendiendo a la denuncia de la
 propia  Fiscalía y de la Asociación de Agentes de Medio Ambiente de 
Andalucía  por anteriores autorizaciones, ha sido impedimento para que 
en 2014 se  vuelva a las andadas con la caza ilegal de pajaritos a 
partir del  próximo 7 de septiembre y hasta el 15 de noviembre.
La connivencia del gobierno andaluz con el colectivo de cazadores, al
  que se pliega año tras año por miedo a perder un puñado de votos y al 
 chantaje de protestas organizadas por la federación andaluza de caza 
con  objetivos contrarios a la legalidad internacional, ha pasado de 
nuevo  factura y este año volverán a ser capturadas más de 122.000 
pequeñas  aves para su supuesto adiestramiento en el canto. De esta 
forma el  gobierno regional del PSOE (como el principal partido de la 
oposición,  PP) parece apostar por un colectivo compuesto por sólo 
14.000 cazadores  en detrimento del interés general de los andaluces y 
pasando por encima  de las leyes o sentencias ambientales que están más 
que obligados a  cumplir.
Los tribunales europeos ya se han pronunciado reiteradamente sobre  
esta cuestión. Argumentan que existe una solución válida para disponer  
de aves cantoras sin necesidad de extraerlas de la naturaleza: la cría  
en cautividad. Por tanto, no está permitida la caza de especies  
protegidas que tienen una función ecológica muy importante en los  
ecosistemas europeos y cuyas poblaciones, además, se enfrentan a un  
declive generalizado. No obstante, el gobierno español a través del  
Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino en acuerdo mantenido 
 con regiones como la andaluza, ha intentado mediante subterfugios ganar
  tiempo hasta 2018 para que los silvestristas se adapten a la cría.
Ecologistas en Acción considera que dicho acuerdo sectorial no está  
justificado en absoluto ya que la cría cautiva se viene realizando desde
  hace años en nuestro país y en otros estados del entorno, en los que 
el  intercambio y venta de estas mascotas está ampliamente consolidado. 
Los  aficionados al silvestrismo sólo tendrían que contactar con 
criadores  legales para obtener aves nacidas en jaulas y adiestrarlas o,
 si así lo  desean, criarlas ellos mismos a partir de esos ejemplares. 
Por ésta y  otras razones legales (hasta doce alegadas en el recurso), 
la  organización ecologista ha procedido a recurrir en alzada la 
resolución  firmada por Javier Madrid, solicitando a la consejera su 
anulación y  elevará una Queja Europea en los próximos días tanto por 
las  autorizaciones de capturas de los últimos años en  Andalucía, como 
por  el acuerdo del supuesto periodo de adaptación llevado a efecto por 
el  gobierno central.
El silvestrismo encierra una lacra constante en su historial, la del 
 furtivismo para consumo de “pajaritos fritos” o  las muertes de aves 
por  accidentes en las redes, por la manipulación o el propio cautiverio
 de  aves nacidas en libertad. Informes de inspecciones de la propia 
Junta de  Andalucía indican, por ejemplo, que en la provincia de Cádiz 
existen al  menos un 30% de irregularidades en los controles que 
realizan a los  silvestristas, entre ellos exceder el cupo autorizado o 
el destino  culinario.
Según datos de los propios silvestristas, en los últimos ocho años  
han causado con su actividad la baja por muerte de 205.671 aves sólo en 
 Andalucía. Son 205.671 razones para que de una vez por todas se  
reconsidere la relación que los políticos quieren mantener con los  
millones de andaluces que rechazan la caza de animales libres,  
condenados de por vida al cautiverio en caso de sobrevivir y que no es  
justificable ni legal ni éticamente por razones de afición o tradición  
cultural.
Fuente: ecoticias.com



 

 
 
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