La Patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Morón de la Frontera
(Sevilla), en colaboración con Agentes de Medio Ambiente de la Junta de
Andalucía, han imputado a nueve personas por un supuesto delito contra
la Ley de Protección de la Flora y Fauna Silvestre, ya que cazaron
utilizando presuntamente cebos venenosos, y a otra por explotar una
finca para cacería sin tener autorización para ello.
Los guardias civiles del Seprona iniciaron una investigación tras ser informados por
Agentes de Medio Ambiente de la sospecha de que, en una finca de caza, podrían estar usándose cepos envenenados, según ha informado el Instituto Armado en un comunicado de prensa.
De
este modo, los agentes comenzaron a indagar y consiguieron localizar en
una finca del término municipal de Osuna varios cepos con restos de
carne y sardinas. Los agentes analizaron los restos de comida y hallaron
restos de un veneno altamente tóxico.
Tras una investigación a
fondo de la finca, también localizaron jaulas y pinchos, supuestamente
para matar a los animales atrapados en los cepos y jaulas. La Guardia
Civil descubrió que la finca estaba habilitada para cazar sin tener
permiso y que los carteles o las tarjetas de los socios estaban
falsificados.
Además, usaban unas tablilllas con el número de
matrícula del coto vecino, al cual hacía años que había dejado de
pertenecer la finca en cuestión. Por todo ello, la Guardia Civil ha
imputado a nueve personas por un supuesto delito contra la flora y fauna
silvestre.
Asimismo, otra persona ha sido imputada por un
supuesto delito de falsificación de documento privado y usurpación
después de emitir autorizaciones para caza en terrenos libres, donde no
está permitida la caza, habiéndose colocado incluso placas en todo su
perímetro.
Fuente: lainformacion.com
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