Mucho se ha avanzado desde aquellos tiempos en que la mujer
no tenía posibilidad de acceder profesionalmente a la Guardería Forestal del
Estado (precursora del actual Cuerpo de Agentes de Medio Ambiente de
Andalucía). Tanto es así, que dos de los requisitos de acceso eran ser español
(no española) y haber cumplido los deberes del servicio militar (que tampoco
realizaban las mujeres). Etapa negra de la profesión, donde se castigaba a las
mujeres por el mero hecho de serlo.
Evidentemente se han dado pasos importantes para la
integración de la mujer en el colectivo de Agentes de Medio Ambiente pero, lejos de triunfalismos, hoy en la celebración del Día Internacional
de la Mujer hay que darse un baño de realidad y ver que ese futuro de color
negro del principio, al menos en nuestra profesión en Andalucía es todavía gris.
“Techo de cristal”.
Cuando se observan los datos sobre diversidad de género en los
puestos de estructura del Cuerpo de Agentes de Medio Ambiente de Andalucía, desgraciadamente
la situación deja mucho que desear para las mujeres. El dato es demoledor y
preocupante. Persiste el denominado “techo
de cristal”, una barrera invisible a la que se ven expuestas compañeras altamente
cualificadas que les impide alcanzar los niveles jerárquicos más altos de la profesión, independientemente
de sus logros y méritos. Tanto es así que del total de puestos de Coordinación
Regional, Provincial y de los dos Parques Nacionales andaluces, apenas el 5%
está ocupado por mujeres.
“No se valora el
mérito o la capacidad de las mujeres”.
Por otro lado, el tardío acceso de la mujer al Cuerpo de
Agentes de Medio Ambiente ha lacrado sus posibilidades reales de acceder a los cargos
de mando intermedio en las comarcas o unidades de trabajo. Un sistema de acceso
a estos puestos basado en concursos de méritos, donde se valora casi en
exclusividad la antigüedad, penaliza nuevamente la carrera profesional de
nuestras compañeras. Cuando el acceso a puestos de estructura sea por concurso oposición,
veremos a mujeres ocupado puestos de responsabilidad en el colectivo, en ese
momento estaremos más cerca de lo que tenemos que plantearnos como una
obligación más que como una convicción: la igualdad laboral de la mujer en la profesión de Agente de Medio Ambiente.
La solución pasa por la reivindicación principal de nuestra
Asociación Profesional: la necesidad de regular mediante Ley el acceso y la
promoción de l@s funcionari@s Agentes de Medio Ambiente. Esta regulación normativa también redundaría en la mejora del actual
servicio público ofrecido por nuestro colectivo a la ciudadanía andaluza,
cuestión que no comprendemos como no es prioritaria para la Administración de
la que dependemos.
Fuente: Elaboración propia.
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