El jabalí se “apunta” a la rebusca. La Junta autoriza batidas, mientras que los agricultores se quejan de los daños.
Los
agricultores están hartos de que los jabalíes les pataleen las fincas.
Conforme más arriba de la montaña, más cabreados están. Ven a estos
animales por todos lados y muchos dicen que se han venido a vivir
también a la campiña. “Ya no es raro encontrarlos en cualquier barranco.
Nos llegan muchas quejas por los daños del jabalí y creemos que existe
una gran población. Por eso, consideramos que llega la hora de poner en
marcha un plan cinegético para controlarlos”, afirma el secretario
general de COAG, Juan Luis Ávila.
Muchos
olivareros dicen que ahora “patalean” mucho más el olivar para comerse
las aceitunas que han quedado olvidadas. “Estos también rebuscan, pero
no los llevan a la fábrica”, dice Antonio Serrano, un olivarero
jiennense. Durante el pasado fin de semana, unos tosirianos vieron un
grupo de jabalíes en la puerta del pueblo. No obstante, conductores de
la Autovía del Olivar y de la Autovía de Sierra Nevada también los han
visto incluso en la calzada. Encontrar alguno atropellado una cuneta se
ha vuelto en una imagen bastante habitual. De hecho, las señales de
“peligro animales salvajes” se han multiplicado en los últimos meses.
Junto al Parque Geolit tampoco es raro verlos bajar a beber al cauce de
agua.
El
delegado de Medio Ambiente, Juan Eugenio Ortega, afirma: “La Consejería
de Medio Ambiente autoriza batidas extraordinarias en las fincas que
presentan daños por el jabalí. Enviamos a los Agentes de Medio Ambiente
para que hagan una declaración de daños y, a partir de ahí, se les deja
cazarlos”. Asimismo, continúa: “Se trata de un animal que está en plena
expansión. Baja de los montes y coloniza terrenos agrícolas. No vemos
que exista un problema de superpoblación, pero sí que autorizamos
cacerías en las fincas en las que causa daños. El cochino baja de la
montaña y busca también la aceituna, entre otros alimentos”.
El
delegado en Jaén de la Federación Andaluza de Caza, Pedro López, añade:
“Se trata de un animal que está en plena expansión. No tiene depredador
en la sierra ni tampoco en la campiña. Solo se puede controlar su
población con las escopetas. Los cochinos hacen mucho daño en los cotos.
Son animales con un gran olfato, por lo que encuentran los nidos de las
perdices y las acribillan. También buscan las madrigueras de los
conejos”.
Asimismo,
el representante de los cazadores apunta: “Bajan de las sierras porque
aquí viven como reyes. Encuentran con facilidad la comida y se meten en
las fincas agrícolas, en las que hacen un gran daño. Creemos que hay que
buscar la manera de combatirlo porque ya está por todos los lados. Y
cuando baja de la montaña, no suele volver porque se adapta bien a
cualquier espacio y encuentra comida con una enorme facilidad”. Hace
unos años, resultaba habitual ver jabalíes en carreteras de la sierra.
En cambio, ahora aparece prácticamente en cualquiera de la provincia. Se
ha hecho un habitante más de buena parte del olivar.
De
hecho, hasta el propio delegado de Agricultura, Juan Balbín, tuvo un
percance con su coche —hace unos meses— después de encontrarse a un
grupo de estos animales en plena calzada a la altura de la Estación de
Linares-Baeza. Uno de los problemas radica en que este animal,
generalmente, se mueve por la noche, por lo que suele sorprender a
muchos conductores. Además, su color y su morfología tampoco lo hacen
visible a largas distancias. No obstante, la mayoría de las veces
aparece por sorpresa.
Los
olivareros están preocupados por el daño que les hace en el cultivo y,
también, en los sistemas de riego. Ahora parece que bajan más en busca
de aceituna, pero los agricultores hasta se están acostumbrando a verlo,
pese a que a la mayoría no les hace gracia.
Fuente: diariojaen.es
¿Cómo es posible que dada la gravedad del asunto haya que esperar a que te causen los daños para obtener el permiso de controlar la plaga?, ¿no sería más lógico poder tomar medidas preventivas?, entre otras cosas porque se evitarían muchos de los daños
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