Agentes de Medio Ambiente decomisan un ciervo abatido en una cacería
ilegal y lo donan a un comedor social de Antequera que cada día atiende
a 125 personas.
¿Se puede sacar algo positivo de una conducta tan reprobable en el mundo
de la cacería como disparar a un ciervo aprovechando una batida
autorizada de jabalíes en un coto privado? Aunque cuesta encontrarla, la
respuesta es sí. Y si es afirmativa es por el gesto de los Agentes de
Medio Ambiente destinados en la comarca de Antequera, que una vez
decomisado el animal abatido se pusieron en contacto con un comedor
social de la ciudad del Torcal permitiendo que 125 personas tuvieran
algo que llevarse a la boca el pasado jueves. “Como desgraciadamente hay
mucha gente necesitada en Antequera siempre procuramos llevar los
animales intervenidos a algún centro benéfico”, explica uno de estos
profesionales adscritos a la Consejería de Medio Ambiente entre cuyas
tareas está la de controlar la actividad cinegética.
En su labor diaria, estos funcionarios sorprendieron el pasado fin de
semana a varios tiradores en un coto de caza menor ubicado en Las
Pedrizas, en el que se había autorizado una batida de jabalíes, estando
prohibida la caza de otras especies como los ciervos que predominan en
la zona. Al encontrar al animal muerto, levantaron acta de denuncia y
decomisaron el ejemplar, cuyo peso rondaba los 180 kilos. Luego se
pusieron en contacto con el comedor social Emaús de Antequera, donde
evidentemente no están para rechazar semejante donación. “Atendemos cada
día a 125 personas en desayuno, almuerzo y cena, así que toda ayuda que
nos llega es poca. En cuanto nos llamaron el domingo por la tarde, nos
pusimos en marcha”, explica la responsable del centro benéfico, Rosi
Trillo.
Lo primero fue localizar a un veterinario para que realizara el
correspondiente análisis sanitario y certificara que la carne era apta
para el consumo. El siguiente paso, avisar a un vecino que trabaja en un
matadero para que troceara al animal. A partir de ahí, el testigo lo
tomaron los cocineros del comedor social, que necesitaron hasta cuatro
grandes cacerolas para preparar un estofado de ciervo que fue repartido
el jueves entre todas las personas que cada día pasan por este centro.
“Aquí solo comen personas que viven solas o sin hogar, mientras que las
familias vienen con sus fiambreras para retirar la comida y llevarla a
casa para no romper la normalidad de los niños”, comenta Rosi, quien
asegura no tener para agradecer el gesto. “Gracias a ellos podemos ayudar a estas
personas que tanto lo necesitan. Por fortuna, son muchos los alimentos
que recibimos de empresas y particulares de Antequera, pero garantizar
tres comidas diarias a tantas personas cuesta mucho, por eso también
necesitamos más socios cuyas aportaciones nos permitan mantener nuestra
actividad”, apunta.
En cuanto a los supuestos furtivos, han sido denunciados por
infringir la Ley de la Flora y la Fauna Silvestres, exponiéndose a
multas de hasta 4.000 euros además de a la suspensión de la licencia.
Lejos de ser una excepción, conductas de este tipo se dan más de lo que
parece. En noviembre fueron sorprendidas 16 personas en dos cotos
privados celebrando dos batidas sin autorización, aunque más llamativo
fue localizar a dos cazadores en el interior de un polígono industrial
de Humilladero, en pleno casco urbano.
Fuente: diariosur.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario