El Ayuntamiento paraliza la tala de varios eucaliptos en el residencial La Cruz. La ordenanza municipal obliga a la obtención de una licencia de cara
a realizar la tala o poda de cualquier árbol situado en propiedad
privada.
De la noche a la mañana, cerca de una decena de eucaliptos con varias
décadas de vida en sus raíces, desaparecían de una parcela situada
dentro del residencial de La Cruz. La tala de los diferentes ejemplares
despertaba las críticas de algunos vecinos de la zona, así como de los Agentes de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que
trasladaron la desaparición de los eucaliptos al Ayuntamiento de
Linares, desde donde se han paralizado las actuaciones.
Según señala el concejal de Ordenación Territorial y Medio Ambiente
de Linares, Joaquín Gómez Mena, tras localizar al propietario de los
terrenos en los que se estaba produciendo la tala, se paralizaron las
tareas «de forma inmediata» al incumplir con la ordenanza municipal
sobre arbolado urbano y zonas ajardinadas. «Los Agentes de Medio
Ambiente nos trasladaron el problema que existía, dado que al ser
terreno urbano es competencia municipal. El propietario ha señalado que
había realizado la tala de cara al cumplimiento a la ordenanza de
limpieza de solares, pero es una actuación que no se puede enmarcar en
dicha normativa porque está dirigida a sensibilizar a la ciudadanía
sobre la limpieza de matorrales y matojos para evitar posibles incendios
y foco de insalubridad», puntualiza el concejal de Medio Ambiente.
En concreto, según la ordenanza municipal sobre actuaciones en el
arbolado urbano, tanto la tala de ejemplares como la realización de
transplantes, reducciones de copa y desmoches en árboles particulares
situados en propiedades privadas necesitan de la preceptiva licencia
municipal. «La concesión de una licencia para tala, transplante,
desmoche o reducción de copa vendrá justificada por circunstancias
excepcionales tales como: daños graves sobre las edificaciones; riesgos
de caída; especie no apta para su situación; estado fitosanitario; otras
causas que puedan afectar gravemente a los propietarios», recoge la
ordenanza.
Por ello, una vez paralizada la tala, los servicios de Jardinería del
Consistorio linarense deberán evaluar el estado de los ejemplares de
eucalipto que aún se conservan en pie y, a partir de este momento,
otorgar la licencia pertinente «en caso de que así proceda» para
continuar con la actuación. «Las actas levantadas por la Policía Local
se están analizando y ahora deberá de realizarse una evaluación de los
daños y la posibilidad de que se dé la licencia oportuna. De no estar
justificada, se abrirá un expediente sancionador», recuerda el concejal,
quien recuerda que, habitualmente, cuando se produce una tala de un
árbol por una causa justificada, desde el Ayuntamiento se insta al
propietario de los terrenos a la plantación de otros dos ejemplares en
otro espacio con el fin de no producir una merma en la masa verde
urbana.
De hecho, según recoge la ordenanza, la concesión de una licencia de
tala estará condicionada a la posterior plantación de un número de
árboles equivalentes a la masa vegetal perdida, que determinará el
Servicio Técnico correspondiente, y dentro de la misma zona donde se
encontraba el árbol talado. En el caso de no ser posible por la falta de
espacio físico, es el Servicio de Parques y Jardines el que indique la
cantidad y la zona dónde deberán ser plantados. Asimismo se indican las
calidades mínimas exigibles de los nuevos plantones, y las especies
recomendables, teniendo prioridad las autóctonas y mediterráneas.
Fuente: ideal.es
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