El sindicato, a raíz de los últimos sucesos investigados por la Guardia  Civil en la cría del águila imperial, demanda mayor control sobre estas  poblaciones, pudiendo hacerse uso de un colectivo que representa un  activo muy valioso dentro de la Consejería.
 Las investigaciones realizadas por las unidades del SEPRONA de la  Guardia Civil en la llamada Operación ‘Horus’ han puesto de manifiesto  la existencia de graves irregularidades en el Programa de Cría en  Cautividad del Águila Imperial, habiéndose descubierto una trama que  sigue de la que aún no se conoce todo su alcance. Se han realizado  detenciones y se ha tomado declaración a numerosas personas relacionadas  con los ambientes cetreros y del citado Programa de Cría en Cautividad.
Las investigaciones realizadas por las unidades del SEPRONA de la  Guardia Civil en la llamada Operación ‘Horus’ han puesto de manifiesto  la existencia de graves irregularidades en el Programa de Cría en  Cautividad del Águila Imperial, habiéndose descubierto una trama que  sigue de la que aún no se conoce todo su alcance. Se han realizado  detenciones y se ha tomado declaración a numerosas personas relacionadas  con los ambientes cetreros y del citado Programa de Cría en Cautividad.Las  prácticas investigadas se refieren a los presuntos expolios de nidos en  el medio natural y manejo fraudulento de datos del Centro de cría,  radicado en Sevilla, en relación a los resultados que servían para  enmascarar las cifras que se utilizaban en los informes periódicos del  Programa.
Dando por sentada nuestra convicción de que la  Consejería de Medio Ambiente ha podido ser objeto, caso que se confirmen  los datos, de un engaño, esto no quita que deban revisarse unos  procedimientos que no han logrado impedir que estos hechos se produzcan.  
Queda pues evidenciada la laxitud en el control de las  actividades de personal ajeno a la Administración, a los que se les ha  permitido el manejo de unas especies en peligro de extinción para un  presunto lucro personal y, lo que es peor, para lo contrario que se  pretendía en el citado centro, esto es, la recuperación de las escasas  poblaciones de Águila Imperial.
Desde CCOO queremos reivindicar  una mayor y mejor presencia de personal de la Administración en el  desarrollo de estos Programas, no solo desde las instancias  administrativas en el seguimiento de los expedientes (trabajo que,  aunque imprescindible, los hechos han demostrado como insuficiente) sino  también en los trabajos de campo en los que se manejan ejemplares de  fauna en peligro de extinción, seguimiento de los procesos de  reproducción, etc.
La existencia, dentro del organigrama de la  Consejería, de un colectivo profesional de casi 1000 personas, como son  los Agentes de Medio Ambiente, constituye un activo valioso que podría, y  debería, tener una mayor y más normalizada presencia dentro de estos  Programas.
La Consejería de Medio Ambiente debería hacer uso de  este colectivo como garantía de legalidad de actuaciones que tengan por  objeto, al menos, a especies a la que nuestra legislación concede un  plus de protección por su escaso número y alto valor natural. Este  sindicato considera que no deberían autorizarse determinadas acciones  (retirada de pollos vivos y cadáveres de los nidos, censos de  nidificantes y visitas de seguimiento del éxito reproductivo) sin la  presencia de un Agente de la autoridad para dar fe pública de que se  está haciendo un manejo adecuado y que los datos obedecen,  estrictamente, a la realidad.
De esta manera podrían haberse  evitado los mencionados sucesos y debe tomarse esta información, por  parte de la Administración competente, como una aportación que este  sindicato realiza en beneficio de la conservación de nuestro patrimonio  natural.
Fuente:  CCOO-FSC Andalucía



 
 
 
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