La calidad del agua del pantano de Béznar es normal. La Junta de Andalucía descarta por el momento que un vertido haya sido el causante de la muerte de los peces aparecidos flotando en la superficie.
Los primeros análisis realizados por los agentes de Medio Ambiente en el pantano de Béznar determinan que todos los parámetros de la calidad del agua son normales, por lo que la Junta descarta inicialmente que haya sido un vertido el causante de la muerte de centenares de peces que han aparecido flotando en el agua hace unos días.
Fuentes de la Delegación Provincial de Medio Ambiente han informado de que los técnicos han tomado las muestras de cinco puntos diferentes del embalse, entre ellos la entrada del mismo, para garantizar la precisión de los resultados ante la existencia de posibles sustancias nocivas, extremo que se ha descartado.
De hecho, los parámetros obtenidos son muy simulares a los del último análisis que realizó el pasado 6 de junio la Agencia Andaluza del Agua, cuando no se había registrado ningún problema en el embalse.
Los agentes de Medio Ambiente también han realizado otra serie de pruebas más complejas para esclarecer la situación, lo que incluye el análisis y autopsia de los peces fallecidos y la realización de cultivos. Los resultados de estas pruebas aún tardarán unas semanas en llegar, aunque los expertos barajan hipótesis más naturales para explicar el fenómeno.
Todos los indicios apuntan a que se trata de un caso de anoxia en las capas medias del pantano a causa de un crecimiento desmedido de las algas. Esto justificaría que la mayoría de los peces fallecidos hayan sido carpas, entre otros peces de un tamaño considerable que habitan en estas zonas del embalse, mientras que los más pequeños, que se mueven con facilidad por las diferentes capas de agua del pantano y necesitan menos oxígeno no han resultado tan afectados.
Fuentes de la Delegación Provincial de Medio Ambiente han informado de que los técnicos han tomado las muestras de cinco puntos diferentes del embalse, entre ellos la entrada del mismo, para garantizar la precisión de los resultados ante la existencia de posibles sustancias nocivas, extremo que se ha descartado.
De hecho, los parámetros obtenidos son muy simulares a los del último análisis que realizó el pasado 6 de junio la Agencia Andaluza del Agua, cuando no se había registrado ningún problema en el embalse.
Los agentes de Medio Ambiente también han realizado otra serie de pruebas más complejas para esclarecer la situación, lo que incluye el análisis y autopsia de los peces fallecidos y la realización de cultivos. Los resultados de estas pruebas aún tardarán unas semanas en llegar, aunque los expertos barajan hipótesis más naturales para explicar el fenómeno.
Todos los indicios apuntan a que se trata de un caso de anoxia en las capas medias del pantano a causa de un crecimiento desmedido de las algas. Esto justificaría que la mayoría de los peces fallecidos hayan sido carpas, entre otros peces de un tamaño considerable que habitan en estas zonas del embalse, mientras que los más pequeños, que se mueven con facilidad por las diferentes capas de agua del pantano y necesitan menos oxígeno no han resultado tan afectados.
Fuente: laopiniondegranada.es
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