Ello, después de que la Asociación de Agentes de Medio
Ambiente de Andalucía (AAMAA) haya planteado a la Consejería, en una
reunión con el titular del ramo, José Fiscal que la solución a la gran
mayoría de los problemas en este ámbito se podrían resolver
desarrollando una Ley de Cuerpo Especial.
No obstante,
según ha precisado a Europa Press el presidente de la Aamaa, Enrique
Alés, a la espera de dicha ley se han de acometer medidas de seguridad
de manera "urgente", sobre todo si la ejecución de estas iniciativas son
a coste cero o mínimo, "de obligado cumplimiento y con las que se
reportarían grandes márgenes de seguridad". Entre estas medidas se
encuentran la realización de servicios en parejas, la rotulación de
vehículos y el uso de prioritarios azules.
En el
encuentro, la Consejería expuso que después del incidente de Cataluña,
donde hace poco dos agentes rurales encontraron la muerte a manos de un
cazador, ya ha mantenido una reunión extraordinaria con los
coordinadores territoriales de los agentes de medio ambiente en la que
se estableció el compromiso de seguir trabajando en seguridad.
En este sentido, en su pregunta parlamentaria, la
diputada de Cs Marta Escrivá ha recordado que estos profesionales
desarrollan su labor a diario "sin ningún tipo de protección", por lo
que entiende que se hace necesario el desarrollo de cursos de seguridad y
autoprotección que les permitan llevar a cabo su actividad "con mayor
tranquilidad" ante los posibles riesgos inherentes a la misma.
La
Aamaa expone que el anunciado Libro Blanco del sector se ha de
desarrollar con el horizonte de llegar a legislar en un futuro y que no
se quede en una "mera expresión de deseo" y en un ejercicio de prórroga
de "la tan necesitada modernización" del Cuerpo de Agentes de Medio
Ambiente.
Este documento, a juicio de los
profesionales, no debe ser, en ningún caso, "un empezar de nuevo",
puesto que ya se había trasladado al actual equipo de gobierno por parte
de la AAMAA varios documentos de trabajo, habiendo ya transcurrido el
debido tiempo de reflexión y estudio de las diversas cuestiones
planteadas. Además, el citado Libro Blanco "no debería contener líneas
rojas que coarten la búsqueda debida de las medidas de seguridad de
manera innegociable".
El colectivo plantea que las acciones en busca de la seguridad de los
agentes de medio ambiente deberían de desarrollarse sujetas a un
gradiente de ejecución de tales acciones en relación directamente
proporcional a la urgencia de su aplicación, al coste económico, al
esfuerzo en desarrollarlas y a la obligatoriedad en su cumplimiento. En
un plazo medio y largo de ejecución se deberían acometer, entre otras,
acciones de formación específica en seguridad, el desarrollo de
protocolos de trabajos normalizados y la creación de unidades
especialistas.
Fuente: lainformacion.com
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