La Junta de Andalucía ha decomisado 1.014
artes ilegales de caza en diez de las 17 inspecciones desarrolladas en
diferentes fincas de la provincia el primer trimestre de 2015. En las
inspecciones, realizadas en el marco del plan de inspecciones contra el
uso del veneno y artes ilegales de caza, se han hallado además 18
cadáveres de zorro, tres cadáveres de perros y diversos restos
biológicos.
Así lo ha precisado en rueda de prensa el delegado territorial de
Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Federico Fernández, acompañado del
coordinador de los Agentes de Medio Ambiente, Joaquín Aniceto.
De las 17 inspecciones realizadas en diferentes fincas de la
provincia ocho han sido en la Sierra de Cádiz, siete en La Janda y dos
en el Campo de Gibraltar.
Son inspecciones que llevan a cabo Agentes de Medio Ambiente
especializados que conforman las Brigadas de Investigación contra el
Envenenamiento de Fauna, acompañados a veces de la Unidad Canina
Especializada de la Estrategia Andaluza contra el Veneno.
Éstas se realizan en el interior de las fincas, "respetando en
todo caso la inviolabilidad del domicilio". En ocasiones, se realizan en
coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, fundamentalmente
con el Seprona.
INCIDENCIAS EN EL 59% DE LAS INSPECCIONES
Siete de estas inspecciones dieron resultados negativo (sin
incidencias), mientras que en las diez restantes "se hallaron sustancias
tóxicas de curso ilegal o artes ilegales de caza, algunas de ellas
colocadas para su uso". Es decir, en el 59 por ciento de las
inspecciones realizadas hasta la fecha se ha detectado algún tipo de
incidencia.
Fruto de estas inspecciones se han intervenido 647 perchas o
costillas para la captura de aves insectívoras y roedores, 236 lazos de
acero con nudo corredizo para control de predadores (sólo en una finca
se localizaron 110 activos), 68 cepos metálicos de tambor o pisada, 12
cables de acero con anzuelos, once jaulas trampas (seis de ellas para
cerdo asilvestrado), tres cepos de lona, 36 lazos para conejos y una red
abatible.
En total, se han intervenido 1.014 artes ilegales decomisadas.
Asimismo se hallaron durante las inspecciones 18 cadáveres de zorro,
tres cadáveres de perros, diversos restos biológicos que se han remitido
al Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre de Andalucía
para su análisis toxicológico, 2,1 kilos de Aldicarb (cantidad con la
que se podría matar a más de 40.000 personas de 70 kilogramos de peso
medio), y 40 kilogramos de una mezcla de Clorpirifós y Carbofurano.
La Junta aclara que "tanto el Aldicarb como el Carbofurano son
carbamatos, siendo el Clorpirifós un organofosforado". Los tres son
productos fitosanitarios prohibidos por la Unión Europea por su elevada
toxicidad. Son inhibidores de la acetilcolinesterasa, produciendo "una
muerte convulsiva y cruenta por fallo generalizado del sistema nervioso
central".
En este momento se han presentado ya cuatro diligencias, mientras
que el resto se encuentra en fase de redacción. Fernández explica que el
uso de cebos ilegales es, después de los incendios, el segundo gran
problema del medio natural de la provincia, lo que ha llevado al
Gobierno andaluz a "poner este problema en la primera línea de nuestras
actuaciones".
24 CASOS EN LOS ÚLTIMOS TRES AÑOS
En los últimos tres años se han registrado 24 casos de
envenenamiento de animales por cebos, siendo La Campiña y la Sierra de
Cádiz las zonas donde más casos se registran. Asimismo, la Junta tiene
en este 2015 siete casos en fase de investigación y nueve expedientes
sancionadores abiertos, de los cuales cinco ya están en vía judicial.
Fernández apunta que durante 2014 se han desarrollado un total de
21 inspecciones en materia de envenenamiento. Además de las labores de
inspección durante 2014, se han realizado por parte de los Agentes de
Medio Ambiente un total de 129 visitas a explotaciones ganaderas de la
comarca de la Sierra de Cádiz.
El objetivo de estas visitas ha sido informarles de los objetivos y
herramientas de control de daños que la Delegación de Agricultura,
Pesca y Medio Ambiente ha puesto a su disposición dentro de un plan
específico diseñado en este año para el control del uso ilegal de cebos
envenenados en zonas de campeo de alimoche en la provincia.
"MALA FORMA DE ENTENDER LA CAZA"
Sostiene el delegado territorial que "el empleo del veneno está
ligado fundamentalmente a una mala forma de entender la caza y
ganadería, con la finalidad de mermar las densidades de predadores
generalistas como zorros y perros asilvestrados y proteger así la caza y
la paridera del ganado".
Desde 2001, la Junta está desarrollando la 'Estrategia para la
erradicación del uso ilegal de cebos envenenados en Andalucía'.
El plan contempla, entre otras cuestiones, el análisis de tóxicos
en el Centro de Análisis y Diagnóstico (CAD), un mayor control en la
venta de productos fitosanitarios susceptibles de utilización en los
cebos, la ejecución de programas específicos de formación y educación
contra el veneno, el incremento de los niveles de vigilancia e
investigación y la coordinación entre distintas administraciones.
Como elemento de apoyo en la búsqueda de venenos por los Agentes
de Medio Ambiente, la Consejería de Medio Ambiente puso en marcha en el
año 2004 "un ambicioso proyecto consistente en el uso de un equipo de
perros capacitados para detectar cebos envenenados y cadáveres en
campo".
ENDURECIMIENTO DE LOS PROCEDIMIENTOS SANCIONADORES.
Además, la Junta "ha endurecido los procedimientos sancionadores,
el hallazgo de veneno en un coto constituye causa de supresión del
aprovechamiento cinegético y, en su caso, ganadero".
"El progresivo aumento de inspecciones de búsqueda de venenos y
otras medidas sancionadoras y cautelares como elementos disuasorios, de
prevención y de persecución del delito en todo el territorio andaluz, se
ha traducido en una disminución progresiva en la localización de
venenos. Pero no nos podemos dar por satisfechos", indica Fernández.
La Consejería y la Federación Andaluza de Caza llevan a cabo una
labor conjunta para el desarrollo de una campaña informativa y de
difusión entre este colectivo. Sin esta colaboración, Fernández asegura
que la tarea de la Junta "quedaría incompleta".
El empleo del veneno y de artes ilegales de caza está tipificado
como delito en el artículo 336 CP, con pena de prisión de cuatro meses a
dos años o multa de ocho a 24 meses y, en cualquier caso, la de
inhabilitación especial para profesión u oficio e inhabilitación
especial para el ejercicio del derecho a cazar o pescar por tiempo de
uno a tres años.
Asimismo se tipifica como infracción administrativa muy grave el
uso de veneno (sanción de 60.101 a 300.506 euros); grave el hecho de
portar, usar o comercializar artes ilegales (sanción de 601 a 60.101
euros); y leve la simple tenencia de artes ilegales (60 a 601 euros).
Pueden conllevar medidas cautelares como la suspensión del
aprovechamiento (suspensión actividad cinegética, suspensión
aprovechamiento ganadero en monte público).
Fuente: europapress.es
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