La Junta cede tres crías de águila perdicera al proyecto ‘Life Bonelli’ para la recuperación de esta especie amenazada. Agentes de Medio Ambiente han
colaborado con la asociación GREFA en la captura de los pollos en las
sierras de Gádor, Alhamilla y Filabres.
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha cedido al proyecto europeo ‘Life Bonelli’ tres pollos de águila perdicera, procedentes de las sierras almerienses de Gádor, Alhamilla y Filabres, para su posterior introducción en las comunidades autónomas que forman parte de esta iniciativa de recuperación integral de las poblaciones de águila de Bonelli.
Agentes de Medio Ambiente en Almería han participado junto a
miembros de la organización conservacionista GREFA en la captura de las
crías. Según el protocolo establecido, se han elegido nidos con dos
pollos y se ha extraído al más pequeño de ellos - el que tiene menos
posibilidades de prosperar en la naturaleza-, y el otro ha sido marcado
con un localizador GPS para su seguimiento.
Un grupo de Agentes de Medio Ambiente especializados en estas tareas han bajado hasta los nidos utilizando técnicas y material de escalada y han manipulado y capturado a los pollos de águila junto a los veterinarios de la asociación GREFA. Las crías serán trasladadas hasta un centro de recuperación y adaptación en Madrid para su posterior introducción en las comunidades de Madrid, País Vasco y Navarra, donde el estado de la especie es precario, o Mallorca, donde el águila perdicera se extinguió hacia 1970 y se trabaja para crear nuevas poblaciones.
La Península Ibérica acoge entre 733 y 768 parejas. En Andalucía la población se mantiene estable y concentra casi la mitad de los ejemplares del país, con unas 354 parejas, y presenta en la actualidad los valores reproductivos más altos. Para este año la Junta ha autorizado la cesión altruista y solidaria de diez pollos de perdicera a las comunidades autónomas que participan en el proyecto ‘Life Bonelli’. Además de los tres de Almería, se han capturado dos en Málaga y dos en Granada y la próxima semana está prevista la extracción de otros pollos en la provincia de Jaén.
Un grupo de Agentes de Medio Ambiente especializados en estas tareas han bajado hasta los nidos utilizando técnicas y material de escalada y han manipulado y capturado a los pollos de águila junto a los veterinarios de la asociación GREFA. Las crías serán trasladadas hasta un centro de recuperación y adaptación en Madrid para su posterior introducción en las comunidades de Madrid, País Vasco y Navarra, donde el estado de la especie es precario, o Mallorca, donde el águila perdicera se extinguió hacia 1970 y se trabaja para crear nuevas poblaciones.
La Península Ibérica acoge entre 733 y 768 parejas. En Andalucía la población se mantiene estable y concentra casi la mitad de los ejemplares del país, con unas 354 parejas, y presenta en la actualidad los valores reproductivos más altos. Para este año la Junta ha autorizado la cesión altruista y solidaria de diez pollos de perdicera a las comunidades autónomas que participan en el proyecto ‘Life Bonelli’. Además de los tres de Almería, se han capturado dos en Málaga y dos en Granada y la próxima semana está prevista la extracción de otros pollos en la provincia de Jaén.
La iniciativa, que fue puesta en marcha en 2013 y se desarrolla hasta 2017, contempla actuaciones como la liberación de pollos procedentes de la cría en cautividad, rescatados de la naturaleza o rehabilitados en los centros especializados, la restauración de hábitats, la corrección de tendidos eléctricos para minimizar el riesgo de electrocución que suponen para estas aves y la sensibilización de los sectores directamente relacionados con su conservación y a la sociedad, en general.
Especie amenazada
En los dos últimos años, el proyecto ‘Life Bonelli’ ha logrado que críe una pareja reintroducida en Mallorca y la formación de parejas con individuos territoriales solitarios en Álava y Navarra. Uno de estos ejemplares, liberado en Navarra, nació en Almería y lleva el nombre de ‘Fila’ en alusión a la Sierra de Filabres, su lugar de procedencia.
El águila de Bonelli (aquila fasciata) o águila perdicera ocupa hábitats mediterráneos con relieve quebrado, desde el nivel del mar hasta los 1.500 metros. Nidifica habitualmente en cortados, manteniendo uno o varios nidos en uso. Realiza una sola puesta doble. La reproducción se extiende desde comienzos de febrero hasta finales de junio. Incuba durante 37-41 días y los pollos permanecen 60-70 días en el nido. Se alimenta de presas de mediano tamaño, que captura en vuelo o en el suelo, a partir de posaderos o desde vuelos planeados. Practica la caza en tándem y su dieta se compone de conejos, córvidos, perdices, palomas, rapaces y otras aves, además de ratas y lagartos.
El Águila de Bonelli está considerada como una especie amenazada en Europa debido a su pequeño tamaño poblacional y al continuo descenso que ha sufrido la población desde los años 70.
Fuente: noticiasdealmeria.com
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