Un verano con menos fuego gracias a la mayor sequía. Los ciudadanos son más precavidos y cautos los años con menos lluvia. Sin embargo se aprovecha San Juan para realizar quemas ilegales.
Puede parecer paradójico pero los años más secos en Almería son mejores para evitar los incendios forestales. Así de rotundo se muestra Francisco Sánchez, coordinador de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) en una entrevista a Diario de Almería junto al Agente de Medio Ambiente Juan José Alesina. "Creo que los años secos, la gente es más consciente del peligro y, al ser más consciente, se toman más medidas. El problema son los años que llueve algo más. La gente se confía y piensa que lo puede controlar, que no va a arder porque está verde y los incendios aquí en Almería, en verde arden", dice Sánchez.
En este sentido, augura que este año "no va a ser malo por la sequía y por la conciencia de las personas", aunque reconoce que algunos de los "grandes incendios de la provincia" están relacionados con los rayos. "Se han producido cinco o seis a la vez en la provincia y los medios estaban en uno y entre medias otro evoluciona y cuando echan mano ya se ha hecho grande. El caso de Sierra Cabrera hace unos años fue por ese motivo. Los rayos en Almería son muy preocupantes, porque a veces llegamos a 20 incendios en un año. Y contra eso no podemos hacer nada", añade.
Apuntan que la mayor parte de incendios son fruto de negligencias relacionadas con la agricultura. En este sentido, recuerdan que cuando los agentes de medio ambiente le dan una autorización con firma del delegado territorial a un agricultor, existen una serie de condicionantes, trece apartados que "si se cumpliesen, nunca se podría provocar un incendio". "El problema es que la gente no se lee ni lo que firma y ahí vienen las consecuencias". En la BIIF consideran que lo "lógico" sería que en cada agricultor debería tener en sus parcelas un "punto de quema preparado, limpio de vegetación". "Y no, la gente quema y expresamente echan los restos al matorral colindante de la parcela, no queman dentro de su parcela, queman al lado, justo donde está la vegetación, por tanto se les va el fuego. Aunque no quieran se les va", afirma Sánchez.
Un problema que también se da en la ganadería y con la caza. "La gente se cree que con quemar el monte ya pueden pastar y no. Igual ocurre con la caza, si se quema un monte, queda excluido del coto y no se puede cazar en cinco años, por quemar los montes, el matorral, no tiene ningún sentido".
Alesina pide a los ciudadanos, que usen sus teléfonos móviles para "facilitarnos la investigación, que cualquier pequeña imagen aunque uno no le dé importancia, de cara a la investigación a nosotros nos puede ayudar muchísimo". En ese sentido reitera su petición de colaboración a los almerienses para que aporten cualquier tipo de imagen, de información, aunque sea a través de Tuiter.
En este sentido, augura que este año "no va a ser malo por la sequía y por la conciencia de las personas", aunque reconoce que algunos de los "grandes incendios de la provincia" están relacionados con los rayos. "Se han producido cinco o seis a la vez en la provincia y los medios estaban en uno y entre medias otro evoluciona y cuando echan mano ya se ha hecho grande. El caso de Sierra Cabrera hace unos años fue por ese motivo. Los rayos en Almería son muy preocupantes, porque a veces llegamos a 20 incendios en un año. Y contra eso no podemos hacer nada", añade.
Apuntan que la mayor parte de incendios son fruto de negligencias relacionadas con la agricultura. En este sentido, recuerdan que cuando los agentes de medio ambiente le dan una autorización con firma del delegado territorial a un agricultor, existen una serie de condicionantes, trece apartados que "si se cumpliesen, nunca se podría provocar un incendio". "El problema es que la gente no se lee ni lo que firma y ahí vienen las consecuencias". En la BIIF consideran que lo "lógico" sería que en cada agricultor debería tener en sus parcelas un "punto de quema preparado, limpio de vegetación". "Y no, la gente quema y expresamente echan los restos al matorral colindante de la parcela, no queman dentro de su parcela, queman al lado, justo donde está la vegetación, por tanto se les va el fuego. Aunque no quieran se les va", afirma Sánchez.
Un problema que también se da en la ganadería y con la caza. "La gente se cree que con quemar el monte ya pueden pastar y no. Igual ocurre con la caza, si se quema un monte, queda excluido del coto y no se puede cazar en cinco años, por quemar los montes, el matorral, no tiene ningún sentido".
Alesina pide a los ciudadanos, que usen sus teléfonos móviles para "facilitarnos la investigación, que cualquier pequeña imagen aunque uno no le dé importancia, de cara a la investigación a nosotros nos puede ayudar muchísimo". En ese sentido reitera su petición de colaboración a los almerienses para que aporten cualquier tipo de imagen, de información, aunque sea a través de Tuiter.
Fuente: elalmeria.es
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